(Estudio de diseño cromático y de interior para una Residencia de Mayores en Chiva, Valencia)
Todos conocemos lugares, objetos, recuerdos, aparentemente sin color; son blanco y negro. Como aquel día en que un niño pequeño preguntó, observando una foto antigua en blanco y negro de su abuelo, en qué momento este se había vuelto de color. Su abuelo, sonriendo, le contestó que el color siempre había estado ahí, solo había que fijarse. Entonces lo que aparentemente era una imagen carente de color pasó a definir cientos de tonalidades grises que, a su vez, encerraban miles de colores. ​​​​​​​

Siguiendo las teorías de los colores primarios, sea esta la aditiva o la sustractiva, entendemos el blanco y negro, los grises, como una combinación de esos colores primarios, y llevamos este concepto como idea principal del proyecto. Cómo un espacio, a primera vista gris, puede encerrar una amplia gama de colores, y qué métodos pueden favorecer la aparición de estos tonos ya presentes pero olvidados, sin añadir a priori nuevas tonalidades. La intervención consiste, por lo tanto, en la disposición de elementos que destacan el color existente, por ejemplo, la instalación de un falso techo perforado de madera que busca el contraste con el verde de la estructura metálica del centro; verde con el que se reviste el falso techo existente, visible a través de las perforaciones del nuevo falso techo. Esta dinámica se repite en el elemento de señalética, donde la idea consiste en lograr el contraste entre colores, y al mismo tiempo, definir símbolos o espacios a través de la luz que los atraviesa. El papel del color aquí es totalmente funcional: señalar diferencias, contrastes, momentos. 
Mediante la perforación del falso techo o la pintura en el forjado exterior, se “dibujan” los flujos de actividad, los espacios estanciales predominantes. Asimismo, la perforación de los carteles permite el paso de la luz, indicando si el recinto se encuentra abierto o no en ese momento. La unión entre colores y luz aquí resulta inseparable. La manera en que el proyecto descompone las unidades de color en círculos tiene, estéticamente, algunos precedentes: es de este modo cómo el pintor Rafel Armengol descompone algunas de sus pinturas; si bien el resultado podría buscar una inspiración más directa en el estilo de Yayoi Kusama. El círculo aporta un dinamismo que conjuga a la perfección con la sobriedad y la línea recta característica de materiales existentes, como el metal o el ladrillo, o incluso la propia distribución de la planta.
Vista exterior. Patio cubierto.
Vista interior. Sucesión de estancias.
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